El proceso de la floración es el mas importante de todas las fases del cultivo del olivo, pues de ello dependerá el número de aceitunas que se desarrollen y por ende, la producción de aceite.
Los procesos fisiológicos implicados y que intervienen son: la inducción y diferenciación floral, floración, cuajado y caída de frutos.
Tanto la inducción floral como la diferenciación floral, están reguladas por procesos hormonales que determinaran la función de las yemas latentes, ya sea en modo de crecimiento vegetativo o crecimiento floral que se iniciará después del reposo invernal y coincidiendo con el inicio de la brotación.
A partir de cada yema de flor se desarrolla una inflorescencia, y durante la primavera irá creciendo formando lo que se llama panícula, que puede contener entre 10-40 flores.
La fecha de la floración depende de la variedad de aceituna y de las condiciones climáticas y la duración oscila entre 8-15 días. La apertura de la flor se produce de forma escalonada en el ramo y en la copa del olivo.
La polinización en el olivo es anemófila (el polen es transportado por el viento). La dispersión de los granos de polen puede alcanzar distancias de entre 300metros y un kilómetro.
El cuajado indica el estado de transición entre la flor y el fruto en desarrollo. Una buena producción se puede alcanzar con un porcentaje de cuajado del 2% en años normales.
Los factores que afectan al cuajado son una interacción entre la fisiología del árbol y las condiciones ambientales. Las condiciones climáticas favorables para un buen cuajado son temperaturas suaves (entre 15-25oC), vientos suaves y húmedos.
Actualmente en el olivar de 4.Oleum nos encontramos en esta fase del cultivo, una de las más importantes porque de ella dependerá el futuro de la cosecha.
Gracias a la tecnología instalada, podemos visualizar las condiciones ambientales que se están produciendo en tiempo real, (sensores de temperatura ambiente, humedad relativa, anemómetro, y pluviómetro)
La semana 20, ha podido reducir el potencial de cuajado por las lluvias caídas durante toda la semana, produciendo así un lavado de polen, aunque el resto de condiciones ambientales si han sido favorables. En la semana 21 tenemos unas condiciones perfectas para la polinización y cuajado del fruto.
El resultado del cuajado se podrá observar en 3 semanas, cuando se puedan ver los frutos en crecimiento.
Frede Sancho
Ingeniero Agrónomo